Los jueces decanos españoles abogaron ayer por ampliar la prescripción, agravar las penas y tipificar nuevos delitos de corrupción. Hasta ahora, la judicatura se limitaba a reclamar más medios, pero los representantes de cada demarcación dieron ayer este salto cualitativo en sus demandas y pasaron a convertirse en sujetos activos de la ansiada regeneración. Ante la incapacidad de los partidos para acometer esas reformas, el planteamiento del colectivo judicial, representado por el juez Ángel Dolado en el caso aragonés, es un acicate. Solo así, desde un gran consenso social que concierna no solo a los políticos, sino a todos los actores sistémicos, los pasos que se den en la lucha contra la corrupción serán acertados. Ya que no hay acuerdo en España podría comenzarse por acuerdos puntuales en las comunidades para dar ejemplo.