Cualquier iniciativa que tenga visos de ser eficaz para proteger a las víctimas de malos tratos debe ser valorada, como la petición de las Cortes sobre los perros escolta. Sin embargo y pese a que en alguna comunidad ya se ha implantado, el Pacto de Estado contra la Violencia Machista la desechó por no haber demostrado su eficacia. Bien está que se aporten ideas y soluciones, pero quizá convendría primero probar su eficacia en un asunto tan delicado.