Ya se conocen las cifras exactas del déficit aragonés, un 2,06% del PIB, cuando el tope que puso Hacienda estaba en el 1,3%. Ahora va a resultar que el responsable es el Plan Impulso, una iniciativa de PP-PAR para empujar la economía y el empleo al que le atribuyen la creación de 8.000 empleos directos e indirectos (a falta de que el dinero invertido sea público). No se puede, en buena gestión, sacar pecho de los resultados positivos que aporta y condenarlo si participa de las percepciones negativas. ¿O es un mensaje contra la inversión pública?