El segundo de Alberto Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid, Manuel Cobo, anunció ayer que competirá con Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad, por el control del PP regional. Presidenta y alcalde, que no han logrado pactar una candidatura conjunta, ya no se molestan en ocultar el pulso que mantienen: Aguirre acusa de "chantaje" a Gallardón y éste cuestiona el centrismo de su oponente.

Las hostilidades madrileñas se suman a las pugnas internas que se dirimen en estos momentos en Valencia, Extremadura y Galicia. Las luchas por el poder, que han aflorado tras la pérdida de las elecciones y un relevo tutelado en la dirección, muestran que el nuevo presidente del PP, Mariano Rajoy, dista aún de haber consolidado su liderazgo. La crisis de Galicia se ha frenado por las concesiones a los rebeldes, cuando Rajoy había exigido mano dura. En Madrid, reclamó una lista de consenso, y al cabo de 24 horas se ha encontrado con una ruptura pública.

Sólo si Rajoy consigue arbitrar con autoridad este rosario de crisis se confirmará que ha sido capaz de llenar el vacío dejado por Aznar. Y también por Rodrigo Rato, que era, por cierto, quien hasta ahora controlaba el PP madrileño.