El Gobierno español expuso ayer las líneas básicas de los Presupuestos del 2015. Las magnitudes generales de las cuentas del Estado, que la próxima semana conoceremos en detalle, se basan en la premisa de que España sorteará los nubarrones que aparecen de nuevo sobre la economía europea, en los que algunos expertos adivinan el fantasma de una tercera recesión. El Gobierno entiende, sin embargo, que la discreta mejoría de la economía en el 2014 mantendrá una aceleración progresiva el próximo año. En este escenario prevé un descenso del paro de tres puntos y un incremento de la recaudación de 10.000 millones pese a la rebaja de los tipos del IRPF, que será compensada con el incremento de recaudación por el IVA y el impuesto de sociedades, cálculo que supone una gran confianza en la recuperación de las empresas y del consumo privado. El Ejecutivo encara el año electoral con el mensaje de que los tres años de duras restricciones han dado sus frutos y que merece revalidar la confianza para devolver a España a las cotas de crecimiento de antaño. Los indicios invitan a ser más prudentes.