Cuatro millones y medio de espectadores se sentaron frente a El Príncipe, la nueva producción de Tele 5. No hay que lanzar las campanas al vuelo con ese éxito porque todos los estrenos fomentan la curiosidad; es como cuando una editorial saca un nuevo fascículo a mitad de precio, rompen la pana; lo bueno es descubrir cuántos aficionados llegaron al último número- El Príncipe esta bien, pero adolece del defecto iluminación. Mi hijo pequeño siempre que ve una peli española lo comenta: "Está correcta, pero hay mucha luz. En las pelis americanas iluminan mejor". Estoy de acuerdo. Esta serie de Tele 5 no está mal, pero todo es tan brillante, todo es tan nuevo, todo es tan ordenado. Querría ser, supongo, un espejo de The Wire, ya saben, barrios marginales, droga y violencia, pero no llegan. Quizá sea porque El Príncipe ha rodado muchas escenas con croma, hay mucho plató en interiores, y poca Ceuta. Todo eso se nota. Por fortuna cuentan con José Coronado, un especialista en producciones de corte violento. Y cuentan con Álex González, un chico muy guapo. (¿Alguien se cree que un chaval tan joven sea comisario jefe de una comisaría?) Y cuentan con el cubano Rubén Cortada, más guapo todavía. No hay feos aquí. Ni feas. Eso que nos llevamos por delante. Pero yo hubiera preferido otro tipo de violencia; algo similar a Crematorio, el retrato de esta España tan castiza y corrupta. Vamos a seguir su evolución,

Vamos a ver a ese gran actor que es Coronado, pero no prometo comprarme hasta el último fascículo.