Los Príncipes de Asturias acabaron ayer su breve pero intensa estancia en Aragón dentro de la luna de miel que iniciaron el pasado domingo en Cuenca. Felipe y Letizia han recorrido tres enclaves turísticos de la comunidad, Albarracín, el Pilar y Sos del Rey Católico y, además de llevarse todo el calor humano (quizá excesivo en Zaragoza), su viaje ha supuesto mucho para Aragón. Que haya sido la única comunidad donde han realizado tres escalas dice mucho del interés del heredero y su esposa por esta tierra y sólo su presencia supone un importante espaldarazo turístico a la zona. Felipe de Borbón se ha convertido en el mejor consejero de Turismo de Aragón por cuanto la campaña gratuita que, sobre todo, Albarracín y Sos se llevan paseando su nombre y sus imágenes por toda España y por el resto del mundo (en el pueblo natal del Rey Católico había más de un periodista extranjero) es impagable. Los Príncipes han vendido bien Aragón.