La intervención del director general de Trabajo, Jesús Divasson, ayer en las Cortes para dar cuenta de la evolución del mercado laboral produjo cierta sorpresa. No por los datos aportados en el sentido de que se han frenado los afectados por ERE en la comunidad, sino por que reconoció que la reforma laboral no ha sido precisamente un instrumento eficaz para favorecer el empleo. Un mensaje al que su grupo se agarró para justificarla.