Los padres de hijos que han tenido que emigrar para buscarse la vida diseccionamos las noticias de los periódicos rastreando datos que nos permitan albergar alguna esperanza de regreso. ¿Y qué nos encontramos? Nada que nos levante el ánimo, ni un solo indicio de que en el reino de la corrupción nada ni nadie pueda aventar la mierda en la que naufragamos. Leo con pavor que Rajoy y las autonomías gobernadas por el PP pretenden cobrar por ir al médico y hasta por no ir, mientras los hospitales públicos cierran 15.000 camas sin pena de que las urgencias vivan en un colapso permanente. Y que la plana mayor de Catalunya Banc (medio centenar de maleantes con Narcís Serra a la cabeza) disfrutan del saqueo infringido al banco por el que los españoles habremos de pagar a escote 12.000 millones. Y leo con infinita impotencia que mientras el país se desangraba por la inacción y la desvergüenza de quienes deben velar por su economía, Gowes siguió estafando con el visto bueno de auditores, Comisión Nacional del Mercado de Valores y la corte celestial. Y veo también que el presidente de la eléctrica que mes tras mes me sube el recibo de la luz se levantó en el primer semestre el año 7I6 millones de euros y que uno de sus múltiples consejeros, pongamos que hablo del exministro Acebes, cobra 25.000 euros al mes. Solo me queda rezar para que los jóvenes cerebros españoles que están contribuyendo a levantar y mantener potentes economías extranjeras se queden como están, porque esto nuestro no hay Dios que lo remedie. Periodista