El delegado del Gobierno de Aragón en Huesca ha recriminado a los empleados públicos de la provincia porque se considera que se están relajando en sus funciones. Y lo ha hecho mediante un procedimiento que es un tanto injusto, una carta remitida a todos los directores provinciales para que extremen las medidas de control en sus áreas. Si alguien no está cumpliendo bien su cometido, tiene nombres y apellidos, no es responsable todo el colectivo.