El Ayuntamiento de Villanueva de Gállego celebró el pasado jueves la inauguración de su primer Salón del Libro. Una iniciativa, la de poner en marcha un nuevo ciclo cultural, siempre loable, pero particularmente elogiable en tiempos de pandemia. Villanueva ha contado con el apoyo y complicidad de la Universidad San Jorge, cuya creciente incardinación con el mundo del periodismo y de la cultura habla a favor de su transversalidad. Su rectora, Berta Sáez, y la concejal de Cultura de Villanueva, Frinnette Reynoso, expresaron su satisfacción y felicitaron a los artífices de la programación, Nacho Escuín y Daniel Viñuales, entre un amplio equipo.

En mi intervención en la carpa del centro Cívico, con mucho público y el librero Manuel Laviña a pie de acto, no falló el micrófono, como suele ocurrir en tantos eventos. Un impecable servicio de sonido e iluminación convirtió la sala en una burbuja de palabras donde los autores nos sentimos automáticamente tan cómodos como en nuestro lugar de creación.

Me da toda la impresión de que va a ser esta de Villanueva de Gállego una de esas Ferias o Salones del Libro en que los escritores, en lugar de hablar de sí mismos, como suele ocurrir, imparten ideas, proponen recursos, despiertan emociones, tal vez, incluso, vocaciones, dan talleres, recitales, lo mejor de sí mismos, olvidándose de las listas de ventas y pensando únicamente en el público, cómo llegarle, como estimularlo, cómo colarse entre las rendijas de los ojos… Del modo en que lo hizo, y de qué modo, con qué pasión, la poeta argentina Macky Chuca, cuyo luminoso recital, sobre poemas propios, desplegó una fuerza y un encanto fuera de lo común

Además del cuadro de escritores y poetas, muy destacado, merece resaltarse en el programa la participación de ilustradores y dibujantes, una división en la que Aragón es una verdadera potencia. Antonio Altarriba, Alberto Gamón, Chesús Calvo, Isidro Ferrer, Mamen Marcén y otros destacados artistas gráficos estarán presentes en el evento. Una excelente noticia, la puesta en marcha de este Salón del Libro de Villanueva de Gállego, para seguir creyendo, no ya en los milagros, sino en los frutos del trabajo bien hecho. Enhorabuena y largos años de vida…