Siempre que se habla de solidaridad en la capital aragonesa lo normal es encontrarse por el camino a José Antonio Visús, abogado de profesión, pero que siempre que puede se "embarca", según sus propias palabras, en algún proyecto solidario. Por ejemplo, es desde hace varios años uno de los puntales de la Fundación Carlos Sanz, organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos. Es, asimismo, patrono de la Fundación Carlos Pauner, donde colabora en proyectos en Nepal con el orfanato de Katmandú o acciones con los niños de los sherpas en el Valle del Everest.

Pasado el tiempo, tampoco está de más que se descubra al fin que Visús fue uno de esos "amigos" que durante mucho tiempo mantuvieron a flote al boxeador aragonés Perico Fernández, un juguete roto del deporte que llegó a ser campeón del mundo en la década de los 70 pero que terminó necesitando de la ayuda de gente a la que había conocido durante su carrera para subsistir. Ese grupo de amigos se ha mantenido durante años en la sombra, esquivando la notoriedad o el protagonismo, pero poco a poco sus nombres van saliendo a la luz. Perico murió en noviembre de 2016 a los 64 años. "Todos sabemos que era un niño grande", dice Visús.

Un gran ejemplo

Pero centrándonos en la segunda edición de la Rainbow Run Aragón, el responsable de Ilex Abogados, tiene que claro que no podía faltar a la cita. "Todos podemos necesitar ayuda alguna vez. La solidaridad debería ser como una tela de araña que nos mantuviera a todos unidos. Cuando no le toca a uno es a otro, pero siempre alguien necesita que le echen una mano". Huelga destacar cuando se trata de los más necesitados: "Así es, una sociedad que se precie debe estar siempre atenta a los que más necesitan. La verdad es que la labor del Banco de Alimentos es uno de los mejores ejemplos".

Persona atareada como pocas, Visús no tendrá problema en encontrar un rato para cumplir con el recorrido de 5 kilómetros que propone esta nueva edición de la Rainbow. "Acabamos de terminar el proyecto de digitalización de Ilex Abogados después de muchos meses de gran trabajo en lo que para nosotros supone entrar en una nueva era de la abogacía. Es cierto que en el despacho no tenemos un momento de calma, pero para cosas así siempre se pueden sacar unos minutos", concluye.