El Real Zaragoza prohibió entrenarse ayer a José María Movilla con el resto de la plantilla zaragocista. Movilla, a quien el club ha abierto un expediente contradictorio y que por ese motivo se encuentra pendiente de una posible sanción, acudió por la mañana a las instalaciones de la Ciudad Deportiva con la intención de participar en la sesión programada para las 10.30 horas, pero dos de las personas que se encargan de coordinar la seguridad en el estadio de La Romareda le comunicaron de inmediato que "no podía entrenarse ni entrar al sitio de trabajo" por orden del Zaragoza. El veterano futbolista acudió a la Ciudad Deportiva acompañado por un notario para que pudiera levantar acta de lo acontecido.

José María Movilla ya conocía desde el día anterior que no iba a poder entrenarse con sus compañeros, aunque ayer aseguró a las personas que le recibieron en la Ciudad Deportiva que lo desconocía y que tampoco sabía que no iba a poder acceder a la zona de trabajo. El Real Zaragoza, mientras se revuelve el expediente que le ha incoado al futbolista, ha concedido a Movilla "unas vacaciones retribuidas", aunque él considera que el club lo único que ha hecho ha sido apartarlo del equipo. Movilla recibió la notificación de la apertura del expediente el martes por la tarde en las oficinas del Zaragoza y ayer, sobre las 11.00 horas, acudió de nuevo a la sede del club para entregar una carta en la que hacía constar que no estaba conforme con las medidas adoptadas contra él. El futbolista, que continuará de vacaciones hasta que haya una solución definitiva sobre el expediente que se le ha incoado, estuvo reunido durante unos veinte minutos en el club con el consejero Francisco Checa.

A LA CIUDAD DEPORTIVA

Después de abandonar la sede del Real Zaragoza, José María Movilla volvió luego a las instalaciones de la Ciudad Deportiva, donde apareció de nuevo sobre las 11.30 horas, y estuvo presenciando el entrenamiento realizado por la plantilla zaragocista desde la pasarela donde pueden estar los aficionados. Movilla no intento en ningún momento acceder a la zona de vestuarios. La dos personas que se encargan de coordinar la seguridad del estadio de La Romareda y que le habían comunicado con anterioridad que no podía entrenarse con el equipo estuvieron presentes durante toda la sesión. El veterano futbolista, que no quiso hacer declaraciones, se fue de la Ciudad Deportiva tras finalizar la sesión preparatoria de la plantilla, pero también acudió allí por la tarde para presenciar el segundo entrenamiento del día programado por Paco Herrera.

El Zaragoza ha decidido abrirle un expediente contradictorio a José María Movilla "por sus reiteradas declaraciones en su cuenta personal de Twitter, que fueron valoradas y publicadas por los diferentes medios de comunicación, y que están tipificadas como infracción grave por injuriosas o maliciosas, que exceden del derecho a la libertad de expresión y al ejercicio de la crítica, dirigidas contra el club, sus dirigentes, técnicos y jugadores". En el convenio existente entre la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se especifica que esa falta puede ser castigada con la suspensión de empleo y sueldo de dos a diez días o con multas de 886,70 a 3.546,78 euros. Estas últimas cantidades serán un 25% menores por tratarse, como en este caso, de un jugador que milita en el club de Segunda División.

EN TWITTER

Jesús García Pitarch, director general de la entidad zaragocista, afirmó la semana pasada en declaraciones a Radio Exterior de España: "Me parece un error gravísimo. Es más propio de una cosa de niños que de personas mayores" en relación a las demandas presentadas por Movilla, Paredes y José Mari contra el club por el impago de la nómina del mes de diciembre y de la primera parte de la ficha de este curso. Y José María Movilla le contestó por Twitter: "Seré niño, pero lo que nunca seré cínico, demagogo y mentiroso". El martes también escribió: "Dios los cría y ellos se juntan", al poco de conocer que Moisés García León, secretario técnico del Real Zaragoza, iba a ser imputado por un presunto fraude fiscal durante su etapa como jugador del Nástic de Tarragona.

Movilla, si no cambia de planes, tiene previsto acudir a presenciar los entrenamientos de la plantilla zaragocista porque considera que debe estar al lado de sus compañeros. El centrocampista tiene contrato con el Zaragoza para otra campaña más.