—¿Con qué sensación se marcha del Zaragoza?

—Un poco con un sabor amargo porque no tuve minutos ni la oportunidad de intentar demostrar mis condiciones. Me salió la posibilidad del América y estoy contento por eso.

—¿Qué cree que falló para jugar solo 106 minutos oficiales?

—En lo personal lo entregué todo en los entrenamientos, hacía las cosas muy bien, y ya fue decisión de los técnicos, que en algún momento podían haber dado ese paso y no lo dieron. Con Imanol (Idiakez) solo tuve un contacto para decirme que debía mejorar y fue destituido cuando empezaba a tener minutos, con Lucas (Alcaraz) no hablé nada y con Víctor solo lo hice para decirme que no iba a contar conmigo. No tuve mucho trato con los entrenadores, trabajaba duro y por eso me voy tranquilo. En el América de Cali creo que voy a tener minutos y voy a poder demostrar el fútbol que tengo.

—¿Notó la inactividad de fichar en abril y no entrenarse hasta la pretemporada?

—Eso tuvo que ver en los comienzos, pero con el pasar de las semanas me fui adaptando, me sentía bien físicamente y sentía que podía dar cosas. Es verdad que al principio me costó demasiado, por tantas circunstancias que cambian al venir del fútbol colombiano y jugar en Europa.

—¿Se ve con condiciones y nivel para jugar en Segunda?

—Sí que creo que tengo nivel para aportar cosas en este Zaragoza. Si me ficharon es porque había logrado hacer una buena campaña con Leones en Segunda y en Primera en Colombia. Vine a Zaragoza por mis condiciones, por el fútbol y de verdad creo que mejoré un montón de cosas con el pasar de los días y merecía esa oportunidad que no tuve finalmente.

—Quizá la clave de su falta de adaptación estuvo en que el fútbol en Europa es más rápido...

—Sí, es así, a mí me faltaba esa costumbre. También cambia la forma de entrenar y otros factores. Pero a mí solo se me puede juzgar por los entrenamientos, donde lo daba todo. En los partidos a campo reducido hacía goles, me sentía bien, pero en los partidos cualquier juicio es injusto porque no tuve esa oportunidad de demostrar todo eso que hacía en el día a día.

—Dijo al llegar que creía que iba a hacer 20 o más goles. ¿Se arrepiente de esa frase?

—No. Yo creía de verdad que iba a hacer esos 20 goles porque venía con mucha ilusión de Colombia tras haber hecho 18 y después de jugar bien también en Primera. Llegaba con mucho deseo de que me iba a ir muy bien. De Zaragoza me llevo cosas buenas y malas, aprendí y maduré mucho, sobre todo en aspectos de entrenamientos o de alimentación que allí en Colombia puedo aprovechar.

—Intenta ver el lado positivo de esta experiencia, ¿no?

—Es que además en este club se me dio la oportunidad de crecer, solo tengo palabras de agradecimiento, a la gerencia, a la ciudad y a mis compañeros. Siempre voy a llevar el Zaragoza en el corazón, es un privilegio haber formado parte de este club y allí en Colombia hay un zaragocista más. Bueno, una familia entera más de zaragocistas.

—¿Regresa a Colombia con la idea de volver al fútbol europeo?

—Sí, me planteo volver algún día. Me voy con la espinita de Zaragoza, ahora la meta más cercana es el América y hacer las cosas bien para que así todo se dé para volver a dar este salto. Todo jugador colombiano tiene ese sueño de jugar en Europa.

—¿Cómo ve el momento del equipo, la reacción que está viviendo?

—Con alegría. Han sido momentos muy difíciles en lo que va de temporada, pero poco a poco se fue fortaleciendo el vestuario y la gente de experiencia está aportando mucho. Este equipo es de dimensión grande en el fútbol español, nos tocó vivir una racha mala, pero ahora se notó el cambio en muchos aspectos y se juega mejor. Los muchachos van a ser capaces de sacar esto adelante, sin duda.