Jesús García Pitarch, Jordi Bruixola, Moisés García León y José Ignacio Soler dejaron de trabajar ayer para el Real Zaragoza. Todos fueron despedidos por Agapito Iglesias, que entonces ya había dejado de ser accionista mayoritario de la Sociedad Anónima Deportiva, el pasado 6 de junio y los empresarios que se hicieron con el control accionarial de la entidad se limitaron a ejecutar la decisión del constructor soriano. El despido no se hizo efectivo hasta ayer como se hacía constar en el documento que recibieron todos ellos.

Todos habían llegado al Zaragoza el pasado verano de la mano de García Pitarch, que fue contratado por Agapito Iglesias para tres temporadas como director general y que solo ha estado una. Bruixola, que era el director de marketing; Moisés, con el cargo de secretario técnico, y Soler, en la misión de director de la cantera, cobraban a través de una empresa del ejecutivo valenciano y por ese motivo estaban ahora al corriente de pago. Pitarch perdió la confianza de Agapito cuando hizo público en la sede del club que había hecho una oferta al empresario soriano para comprarle sus acciones.

Con Jesús García Pitarch había una cláusula de desenganche por ambas partes. Por este motivo, al haber sido despedido, el Real Zaragoza debería indemnizar ahora al ejecutivo valenciano con 200.000 euros. García Pitarch, además, llevaba sin cobrar desde el pasado mes de diciembre. El ya exdirector general del club aragonés decidió que a partir de enero no cobrarían sus emolumentos los principales ejecutivos de la SAD y que el dinero que hubiera en caja sería destinado para pagar a trabajadores, técnicos y jugadores. Eso le provocó un enfrentamiento con los consejeros Francisco Checa, Luis Carlos Cuartero y José Guerra, que, en algunos foros, comentaron en ese momento que se habían enterado por la prensa de esa medida. Otros de los afectados por esa decisión de García Pitarch fue el doctor Jesús Villanueva, jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza.

SIN NOTICIAS DEL CLUB Jesús García Pitarch no ha percibido la indemnización que le corresponde por haber sido despedido unilateralmente y tampoco se ha puesto nadie ningún representante del club en contacto con él para proponerle algún tipo de acuerdo. García Pitarch no tiene en principio pensado denunciar al Real Zaragoza y su intención es llegar a un acuerdo con el club para percibir la cantidad que debe cobrar por su despido. Pitarch llegó al club aragonés avalado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP).