Si no tenía bastantes problemas con las bajas de Álvaro, Acevedo, David Cortés y Barkero y con la mala dinámica de juego y sensaciones que ha cogido el equipo, Paco Herrera se encontró con otro inconveniente en el viaje a Tenerife. El desplazamiento, que se inició a las nueve de la mañana en la Ciudad Deportiva, tenía prevista su llegada, en el vuelo regular entre Madrid y Santa Cruz poco antes de las cinco de la tarde, hora canaria. Sin embargo, aterrizó con casi dos horas de retraso y la espera posterior para recoger el material hizo que Paco Herrera desistiera de realizar un último entrenamiento en la Ciudad Deportiva del Tenerife, donde los empleados del club isleño esperaban a la expedición zaragocista para ello.

Pese a querer mantener en un principio la intención de realizar esa última sesión preparatoria, aunque tuviera un carácter más breve, el entrenador zaragocista decidió al final que se hiciera un leve trabajo de estiramientos en el Hotel Silken Atlántida, donde está alojada la expedición, y un pequeño paseo antes de la cena. Las caras de cansancio de los jugadores, tras casi doce horas de viaje desde que salió el autobús con destino a Madrid, eran reveladoras a la llegada de la expedición al Aeropuerto de Santa Cruz de Tenerife.

Esa última sesión iba a ser utilizada por Herrera para tratar de despejar las dudas que tiene en el once. Es segura la novedad de Arzo atrás y solo posible que Víctor retorne tras siete partidos seguidos fuera del once titular. Se juega el puesto con Luis García para acompañar a Cidoncha por delante de Paglialunga en el 4-1-4-1. Mientras, Javi Álamo volvería a la alineación titular, que no pisa desde el partido en la Nova Creu Alta de Sabadell.