Los nervios y las tensiones se han trasladado del campo al vestuario. Alberto Zapater se ha sentado frente a los micrófonos y antes de que le preguntaran, ha contestado sobre una cuestión que ha provocado un seísmo en el equipo y en la institución. En concreto, las palabras que Jorge Pombo dirigió el pasado viernes a unos aficionados el término del encuentro que se perdió frente al Cádiz, en concreto a las que se referían a que algunos de sus compañeros no se empleaban con la profesionalidad requerida. El futbolista, ya fuera del estadio y visiblemente nervioso como se recoge en un vídeo, mantuvo una conversación con media docena de hinchas muy dolidos por el resultado y por la racha de doce encuentros sin ganar que han conducido al equipo a los puestos de descenso.

"Como sabía que la primera pregunta iba a ser sobre Pombo, quiero aclararlo para que ya solo se hable de fútbol, que es lo que creo que nos va a sacar de esta situación", ha dicho el capitán. "Quienes conocemos a Jorge (Pombo), sabemos cómo es . El otro día, el chaval, en una situación en caliente y en la que se mezclan muchos sentimientos, fue a charlar con la mejor intención del mundo con unos aficionados para calmar su rabia y su tristeza . En caliente no sale nada bueno y a todos nos puede pasar. Lo hemos hablado en el vestuario y nos ha pedido perdón. Espero que esta situación nos haga más fuertes."

Sobre la delicada situación del equipo y el declive deportivo, el centrocampista ha señalado que confía en la reacción. "Llegará esa respuesta. Estoy convencido de que todo se verá de otra forma antes de Navidad. Ahora nos penaliza mucho cualquier cosa. Estoy con mucha confianza en el equipo y se le va a dar la vuelta. El día del Almería les dije que era muy difícil que este equipo perdiese, pero hay que ser realistas y todo el mundo, nosotros los primeros, tenemos una sensación distinta"

Zapater asume su responsabilidad y la de sus compañeros y reflexiona sobre una expectativas sobredimensionadas que no se corresponde a lo que esperaba el aficionado. "Somos los culpables de que la gente haya perdido la ilusión, seguramente por unas expectativas que había muy altas después del año pasado, pero tenemos que ser realistas y olvidarnos. Seguramente fue un error el pensar que se iba a empezar muy bien sabiendo que no llevamos uno, dos ni tres años en Segunda. Tenemos que tener más humildad si cabe", ha subrayado el jugador de Ejea.