La clasificación aprieta al Huesca. Cada partido que el equipo altoaragonés pasa sin sumar los tres puntos aumenta la necesidad porque van escapándose oportunidades. Mañana se presenta otra y, además, inmejorable porque visita El Alcoraz un rival directo de la zona baja de la tabla como es ahora mismo el Villarreal. El jugador de la Sociedad Deportiva Huesca Lluis Sastre definió ayer ese encuentro como «vital» dada la situación de ambos conjuntos en la tabla clasificatoria. «El Villarreal es un rival directo de nuestra Liga y tenemos que ganar sí o sí porque para nosotros es como una final y saldremos con la misma intensidad que lo hemos hecho en casa en los partidos anteriores», resaltó el centrocampista balear del Huesca en rueda de prensa.

El creador de juego azulgrana opinó que aún queda mucha Liga por disputarse porque están todavía en la primera vuelta de la competición y que aún puede dar «muchas vueltas» la situación pero reconoció que es «un partido muy importante y ante un rival directo» en el que si ganan las cosas se verán de otra manera y si salen derrotados lo verán «más negro». Lluis Sastre valoró que el conjunto oscense está teniendo «mala suerte» y que ya toca ganar por el comportamiento que el equipo ha tenido en los últimos encuentros en su estadio.

«Lo estamos mereciendo pero nos está faltando un poco de fortuna en momentos decisivos y tendremos que dar un plus más. Si estamos al mismo nivel que en los últimos encuentros en casa la victoria tendrá que llegar», sentenció el mediocentro azulgrana. Sastre cree que en la competición se están dando situaciones que no se esperaban como que equipos que en teoría tendrían que estar en la zona baja no lo están y que han sacado puntos contra otros de la parte de arriba. «Todo el mundo puede ganar a cualquiera y hay que hacerlo si queremos luchar hasta el final en la Liga. Hay que ganar sea como sea, incluso jugando peor de lo que lo venimos haciendo», subrayó.

CUATRO BAJAS, DOS DUDAS

Para conseguir la victoria el equipo de Francisco debe intentar mantener su puerta a cero y, sobre todo, sacar un mayor rédito de las ocasiones de gol que genera ya que le cuesta mucho traducirlas en tantos. Por eso en la sesión de ayer pudo verse al entrenador dialogando con la defensa y planteando ejercicios en los que los puntas debían ejercitar con insistencia los lanzamientos a puerta. No obstante, uno de los mayores quebraderos de cabeza de Francisco ahora mismo son las lesiones y bajas que se le acumulan en todo el equipo.

Para el domingo serán baja segura Akapo, Gallar, Aguilera y Musto. Además, Gonzalo Melero se retiró ayer del entrenamiento por precaución y habrá que ver si finalmente puede jugar Semedo, como todo parece apuntar. En cualquier caso con estas dos dudas Francisco tendrá problemas incluso para completar los dieciocho jugadores de la convocatoria. Así que habrá que ver qué decide el técnico. Frente al Madrid la línea defensiva formada por Miramón, Etxeita, Insua y Pulido dio buen resultado, mientras que en el centro del campo Moi Gómez y Rivera paracen fijos y queda en el aire la presencia de Melero, que de estar disponible también ocuparía una plaza en el centro del campo. El mediocentro arrastra molestias de su pubalgia y, además, un leve esguince de tobillo.

Por su parte, el Villarreal también llega con apuros clasificatorios aunque ambos equipos están separados por siete puntos y los castellonenses están fuera de los puestos de descenso. En El Alcoraz se estrenará Luis García Plaza, que ya debutó el jueves en el partido de la Europa League. El Villarreal venció por 2-0 al Spartak de Moscú y ha accedido a la siguiente fase como primero de grupo. Ahora busca reaccionar en la Liga, lo mismo que necesita el Huesca con urgencia.