Como Indiana Jones frente a la cripta del Santo Grial. Dar ese paso al vacío, hacia lo imposible, a esos metros más allá donde brilla la confianza. Esa mínima distancia es la que le falta por recorrer al Huesca para transformarse de generador en ejecutor, para convertir ese dominio de jugadas de pase infinito en goles que le hagan ganar partidos. En ese proceso entran los ajustes que Míchel, con Mir y Sandro apuntando al once, tiene que codificar en un grupo que está jugando un fútbol tan bonito como poco efectivo. Esa zancada que tiene su primer pasillo invisible esta domingo (21.00) en San Sebastián.

Cinco empates en seis jornadas es un trayecto corto para las sensaciones de este Huesca. En esta ocasión las medirá contra uno de los enemigos más poderosos y en forma de la competición, el líder hasta este sábado. Hasta ahora, y salvo quizá contra el Atlético, sus adversarios aún mantenían las dudas razonables del inicio de Liga. La Real parece no tenerlas. Esa confianza que muestra es lo que pretende arrebatarle el equipo aragonés.

Míchel contará con las bajas seguras de Pedro López, Shinji Okazaki y Mikel Rico, a la espera de las pruebas covid que la semana pasada dejaron fuera al medio vizcaíno. Pablo Maffeo se alineará en el lateral derecho pese a que sigue entre algodones y no se ha recuperado al cien por cien. Ya jugó ante el Real Valladolid el pasado fin de semana.

La otra duda será táctica sobre cómo configurar la media parte ofensiva. Es verdad que debutaron como goleadores los delanteros Mir y Sandro y su continuidad parece predecible por lo percibido durante esta semana de entrenamientos. El grancanario podría ocupar la plaza de Ontiveros, aún fuera de su mejor estado de forma, algo retrasado y ladeado a una banda, dejando a Ferreiro en el otro costado. Porque la artillería corresponde a más jugadores. Sergio Gómez podría ser una buena alternativa, como el regreso de Real o una oportunidad a un casi inédito Eugeni. O al menos que tengan más minutos desde el banquillo. La pugna por el lateral zurdo vuelve a estar de moda. Luisinho volvió al once hace siete días. Galán fue hasta entonces el fijo, pero es que ahora Silva está ganando enteros para el técnico.

RETROCEDER y AVANZAR

La configuración del partido le puede beneficiar, dado que la Real querrá la pelota. Si el Huesca se la cede, con más espacios, podrá desplazarse con más soltura y menos paciencia hacia el arco del ex Remiro, estrategia que funcionó en Villarreal (1-1), por ejemplo. Porque las nuevas estadísticas contemplan al Huesca entre los mejores en datos ofensivos. Es excelso en el movimiento de la pelota, en la colocación de centros, en acumulación de posesión, hasta en lanzamientos se sitúa entre los equipos que alcanzan los mejores puestos en la clasificación. Sin embargo, su realidad habita en las antípodas de la tabla, abajo.

La Real Sociedad ha estado en lo alto de Primera. Eso es un verdadero peligro. Esta temporada todos los equipos que han alcanzado la cima se han caído de ella al siguiente paso. Buen augurio para el Huesca. Los vascos esta semana han debutado en Europa, en Rijeka, que suena a circuito de Champi Herreros y Aspar, con un triunfo en el minuto 93 (0-1).

En Liga acumulan dos victorias holgadas (3-0) ante el Getafe en casa y en el Benito Villamarín (0-3). En el Reale Arena han sufrido anteriormente una derrota (0-1 con el Valencia) y un empate (0-0 con el Madrid). Son el máximo goleador de Primera (10 goles).

Las bajas del noruego Odegaard (Real Madrid) y de Diego Llorente (Leeds) ha sido cubiertas con el regreso a España del veterano David Silva tras su periplo triunfal en el Man City y muchos jugadores de la cantera, doce de las 23 fichas, además de su entrenador, Imanol Alguacil, liderando un proyecto sólido con el internacional Oyarzabal o al medio Mikel Merino como referentes. Januzaj, Merquelanz, Sangalli, Illarramendi, Zaldua y Zubeldia son baja.