C’alial es la marca de calidad diferenciada del Gobierno de Aragón.Una distinción que ofrece a los productores acogidos a la misma fortalecer su producto, incrementar su valor añadido, mejorar su competitividad en el mercado global, fijar población en el medio rural y ofrecer a los consumidores una garantía de calidad en sus compras.

«Cuando hablamos de calidad, debemos diferenciar por un lado la calidad estándar, que incluye todos los requisitos que un producto debe cumplir para poder comercializarse, y por otro lado la calidad diferenciada, que incluye requisitos de valor adicionales y superiores a la calidad estándar. Por eso el sello C’alial identifica a los productos agroalimentarios más sobresalientes», explican sus responsables.

La marca de calidad diferenciada de Aragón se creó en el año 1991 bajo la denominación de Aragón calidad alimentaria, que en 1998 cambió a Calidad Alimentaria. En el 2018 adquirió su denominación actual, C’alial’, pero sigue siendo la misma C de Calidad de sus orígenes.

La marca se centra en proteger los productos más tradicionales y característicos de Aragón. Actualmente cuenta con 24 empresas adheridas y 38 reglamentos en los que se determinan las características que cada producto debe cumplir para poder formar parte de la familia de productos C’alial.

Dos asociaciones agrupan a las empresas autorizadas para el uso de la marca: la Asociación de Productores de Carne de Vacuno de Aragón, que aglutina a ganaderos y comercializadores de carne de vacuno; y la Asociación para el Desarrollo y Fomento de los productos aragoneses de Calidad Alimentaria (Adepaca), que agrupa al resto de empresas.

Según estas entidades, «cualquier producto natural o transformado puede acceder al uso de este sello, aunque su implantación se ha centrado desde los comienzos en los alimentos más tradicionales y característicos de Aragón».

De hecho, la longaniza de Aragón, uno de los productos más emblemáticos, fue el primero en obtener este sello en el año 1993. Desde entonces son más de 38 los productos que han conseguido esta distinción: borraja, arroz, aceite de oliva, cebolla dulce, chorizo, conservas de cerdo en aceite, carne de vacuno, huevos, trenza de Almudévar, pastel ruso, pan, etc.

Naturales y saludables

Entre los requisitos que exige la marca, destacan la calidad y proporciones de los ingredientes a utilizar, la escasa o nula utilización de aditivos en muchos de ellos, un cuidado proceso de elaboración, la composición final del producto o una cuidada presentación final, lo que los convierte en unos productos que dan respuesta a los consumidores que demandan alimentos más naturales y saludables.

Para comprobar el cumplimiento de dichos requisitos, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) realiza inspecciones y controles a las industrias elaboradoras y controles en los puntos de venta.

Este sello ha permitido a diversas empresas aumentar su volumen de producción, crecer y posicionar sus productos en el mercado y diferenciarse respecto a su competencia. Y en muchos casos ha sido el impulso a la creación de una Denominación de Origen Protegida (DOP), como fue el caso del Melocotón de Calanda, la Cebolla de Fuentes de Ebro o los Aceites del Bajo Aragón y Sierra del Moncayo.