El exjuez y exvocal del Consejo General del Poder Judicial Lluís Pascual Estevill y el abogado Joan Piqué Vidal se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por tejer, presuntamente, una trama de corrupción judicial sin precedentes en España.

Estevill está acusado de meter y sacar a personas de la cárcel en función del pago de cantidades millonarias de dinero. El exjuez se enfrenta a 10 años de cárcel y 21 de inhabilitación.

Piqué Vidal está acusado de allanar el camino al magistrado corrupto a cambio, según la acusación, de importantes beneficios económicos. Concretamente, el letrado se enfrenta a seis años y cuatro meses de prisión, 15 años de inhabilitación e indemnizaciones por valor de 390.000 euros.

Compartiendo banquillo se encuentran otros ocho acusados, dos de los cuales --el joyero Rogelio Roca y el abogado José Manuel Prades-- admitieron ayer los delitos menores que se les imputan y se conformaron con las penas.

El contenido de la primera jornada de la vista oral por el caso Estevill no estuvo a la altura de la expectación levantada. La defensa de Piqué Vidal y la defensa de Juan Vives Rodríguez de Hinojosa (hijo) plantearon al tribunal que las acusaciones particulares y la acusación popular no están legitimadas. Esta cuestión deberá ser rebatida por las acusaciones mañana, momento en el que se reanudará la vista.