El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, despotricó ayer contra la legalización de las bodas civiles entre homosexuales y contra todas las personas que las aprueban y apoyan. "No se debería decir que la mayoría lo pide. La mayoría también pidió a Hitler y... ¿tenían razón? Pues, no, no la tenían. Esto no es algo relativo a la dialéctica de las mayorías y las minorías. Lo que hay que hacer es respetar la verdad de las cosas", explicó a los periodistas.

Cañizares añadió que los matrimonios civiles gays "van en contra de la naturaleza, la familia y la vida sana". Por último, criticó el hecho de que, en la actualidad, la sociedad "someta todo a la libertad del hombre sin tener en cuenta la verdad y la naturaleza de las cosas".

COMO LOS TRIOS El arzobispo de Toledo no fue el único que arremetió contra los matrimonios entre personas del mismo sexo, que todavía tienen que ser ratificados en el Parlamento después de que el Consejo de Ministros los aprobara el pasado 1 de octubre. La concejala de Empleo y Servicios al ciudadano del Ayuntamiento de Madrid (PP), Ana Botella, también aseguró que los niños "deben tener un punto de referencia: el de un hombre y una mujer".

"Un hombre y una mujer es una cosa. Dos hombres son otra cosa, dos mujeres también son otra cosa, como supongo que un trío también será otra cosa", subrayó la esposa del expresidente del Gobierno José María Aznar. Al igual que el arzobispo de Toledo, Botella insistió en que las uniones homosexuales "no se deberían" llamar matrimonio porque, a su juicio, no lo son.

Botella se mostró favorable a regular los "efectos civiles" de una pareja de homosexuales, pero advirtió de que "hay que proteger también a la mayoría en el momento más débil del desarrollo de una persona, que es la infancia; esa es la mayoría más grande y esa mayoría tiene que tener también una protección".