La patera es el aguijón de la conciencia. El drama hecho carne. El naufragio de los que huyen de la miseria para toparse, demasiadas veces, con la muerte. La patera es la imagen. Pero no es más que la punta del iceberg. La carretera y el avión son las grandes puertas para la inmigración clandestina. Y, también aquí, hay quien obtiene un pingüe beneficio. Es el dueño del bus patera que despluma a los sin papeles. ¿Cuándo dejará de quedar impune?

*Periodista.