Sólo dos de los 109 párrafos de la llamada Declaración de Guadalajara, los relativos a la igualdad soberana de los estados y a la integración económica regional, estaban aún ayer pendientes de aprobación, después de que los gobernantes reunidos en el Instituto Cultural Cabañas de Guadalajara aprobaran una enérgica condena de "todas las formas de abuso, tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes contra las personas, incluyendo los prisioneros de guerra".

La declaración exige que se lleve a los responsables ante la justicia, en lo que representa una clara censura a lo ocurrido en Irak. Los 58 jefes de Estado y de Gobierno suscribirán hoy sus compromisos en materia de derechos humanos, democracia y apoyo al multilateralismo. La declaración final de la cumbre reiterará que "un sistema multilateral eficaz, con la ONU como centro, es esencial para lograr la paz y la seguridad internacional, el desarrollo sostenible y el progreso social".

La Declaración de Guadalajara destacará que "la pobreza y la exclusión son una afrenta a la dignidad humana, debilitan la democracia y amenazan la paz". Los gobernantes subrayarán su "compromiso para alcanzar las metas de desarrollo del milenio para el 2015", y su promesa de "erradicar la corrupción" y promover la transparencia en los gobiernos y en el sector privado.