La consideración de emergencia internacional que ayer difundió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación al brote de ébola que afecta al África occidental apenas modificó las acciones de los gobiernos ya implicados en la crisis sanitaria. De hecho, dicha declaración no recomendó suspender los vuerlos a los países afectados por el virus, sino que sugiere que se analice en los aeropuertos a quienes procedan de la zona de la infección.

El tráfico de personas procedentes del perímetro del brote puede ser, no obstante, el mayor foco de riesgo de propagación de la epidemia. De ahí que numerosos países hayan recomendado ya a sus ciudadanos no desplazarse al foco de la epidemia. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF), una de las entidades que más esfuerzo está invirtiendo en atender a los enfermos en Sierra Leona, Liberia y Guinea, pidió ayer a la OMS que emprenda "acciones concretas e inmediatas" en la zona de la infección.

"Las palabras no van a salvar vidas", dijo MSF en un comunicado. "La declaración de la epidemia de ébola como una emergencia de salud pública internacional muestra la seriedad con que la OMS se está tomando el actual brote", añadió MSF. "Ahora necesitamos que esas declaraciones se traduzcan en una acción inmediata", dijo Bart Janssens, director de operaciones.

ROZANDO EL MILLAR La cifra de fallecidos por este brote sigue creciendo y en los últimos días ha aumentado en 29 personas, situando en 961 el número oficial de muertos. El descontrol que rige en los cuatro países afectados y la dificultad para averiguar cuántos enfermos permanecen, y tal vez mueren, en sus domicilios, hacen prever que en los próximos días se superará fácilmente el millar de fallecidos. La cifra de enfermos se situó en 1.800.