La entrada de inmigrantes irregulares en la Unión Europea (UE) experimentó el año pasado un fuerte incremento del 48%, favorecido sobre todo por el creciente número de ciudadanos sirios que huyen del conflicto. Según datos difundidos ayer por la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex), en 170.000 lograron penetrar en alguno de los países de la UE de forma irregular, 55.000 más que durante el año anterior.

La subida más significativa se produjo en el Mediterráneo central, con 40.000 casos, el 288% más que en el 2012, ya que se trata de la principal ruta utilizada por los refugiados sirios y del Cuerno de África.

Durante el año pasado se detectaron 344.000 personas procedentes de países extracomunitarios residiendo irregularmente en la UE y las solicitudes de asilo político crecieron el 32% hasta alcanzar las 350.000.