La decisión última de que hubiera banderas en la inauguración del Fórum vino del Gobierno. María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera, impuso su criterio. Joan Clos, como presidente del Fórum, comunicó al director general, Jordi Oliveras, que la bandera española, la catalana, la de Barcelona y la de la Unión Europea debían estar en un lugar bien visible durante los parlamentos.

Más tarde se decidió eliminar la de la UE porque al acto no asistía ningún representante de esa institución. El hecho de que la española destacara entre la catalana y la barcelonesa hizo que un coche oficial recogiera en el Ayuntamiento de Sant Adriá de Besós su bandera. Al ser cuatro, ni la catalana ni la española quedaban arrinconadas.