La Guardia Civil y las fuerzas de seguridad marroquíes evitaron en la madrugada del sábado al domingo un nuevo intento de entrada masiva a Melilla, el tercero en menos de una semana, en el que unos 400 inmigrantes subsaharianos intentaron burlar la vigilancia fronteriza aprovechando la ruptura del ayuno en el mes de Ramadán.

Fuentes policiales informaron que el intento frustrado se produjo cuando 400 subsaharianos se aproximaron a la carrera al perímetro fronterizo de Melilla, en la zona del paso de barrio chino, el mismo punto donde se han producido las últimas tentativas de entrada. Algunos de ellos consiguieron llegar al paso fronterizo, aunque las fuerzas auxiliares marroquíes se encargaron de disolverlos.

Los inmigrantes aprovecharon la hora de la ruptura del ayuno para los fieles musulmanes que celebran el mes sagrado de Ramadán, que no ingieren ningún alimentos ni bebidas desde que sale el sol hasta que se pone. No es la primera vez que los intentos de entrada coinciden con momentos puntuales, ya que los inmigrantes consideran que puede haber más probabilidades de éxito ante una hipotética merma del despliegue de seguridad en la zona marroquí.

Testigos presenciales afirmaron ver desde la parte de Melilla cómo las fuerzas auxiliares marroquíes impidieron que los inmigrantes vulneraran la frontera con un fuerte despliegue de vehículos policiales, mientras que en el lado español también se activó un férreo dispositivo de agentes de la Comandancia de la Guardia Civl.