Con el susto todavía en el cuerpo, los vecinos de Náquera y Serra hicieron ayer balance de la catástrofe en el parque natural de sierra Calderona (Valencia). El fuego arrasó algunas de las zonas de mayor valor ecológico, pero también se ha llevado por delante la confianza en las medidas de prevención. Lo primero fue barrer las cenizas esparcidas por calles y patios, testimonios de que el fuego llegó hasta la puerta de muchas casas y obligó a evacuar a más de 6.000 vecinos, entre ellos todos los habitantes del núcleo urbano de Náquera. El balance final es de 716 hectáreas calcinadas, 653 de las cuales son de bosque.

A las ocho de la mañana llegó la noticia de que el incendio ya estaba controlado. Aun así siete aviones siguieron lanzando agua para evitar que las llamas se reavivaran. Si no llueve y continúa el calor, el fuego aún tardará varios días en quedar definitivamente apagado.

José Miguel Baset, coordinador de la extinción, reiteró que el incendio fue intencionado, aunque aclaró que no fueron cuatro los focos de inicio, sino sólo uno. "Al producirse en un cuarto día de poniente, cuando el índice de sequedad de las plantas es máximo, se extendió en varias lenguas, por lo que se pensó que había varios focos", explicó Baset, quien se mostró convencido de que el autor "tenía un claro conocimiento de lo que estaba haciendo y del terreno donde lo efectuaba".

A Náquera acudieron también el presidente autonómico, Francisco Camps (PP), y el ministro de de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que cerraron filas a la hora de defender la eficacia y la coordinación en las tareas de extinción, tras las críticas por negligencia y tardanza en la reacción realizadas por numerosos vecinos. Ambos quisieron aplacar los temores de que el incendio sirva para recalificar como urbanizables las tierras quemadas.

Camps defendió la vigencia de la ley valenciana, que prohíbe construir de forma indefinida, como "la mejor manera de preservar los espacios naturales". Sevilla anunció que promoverá "una modificación de la ley estatal de montes que impida que se altere la calificación de una zona que se incendie".