Las Marchas de la Dignidad volvieron a congregar ayer en Madrid a miles de personas que, procedentes de todas las comunidades autónomas, se manifestaron contra la corrupción, la precariedad laboral, la privatización de los servicios públicos y el deterioro de la educación y la sanidad.

Bajo el lema Pan, trabajo, techo e igualdad, las cuatro columnas que integraban la marcha confluyeron en la madrileña fuente de Neptuno, desde donde se dirigieron en un ambiente festivo a la plaza de España coreando lemas como: «De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste». Según los organizadores, la marcha congregó a 200.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno rebajó la cifra a unos 6.000. Aun así, los responsables se mostraron contentos: «Tras un largo periodo de desmovilización, estamos muy satisfechos con la respuesta ciudadana», señaló Silvia Salamanca.

PUNTOS CARDINALES / Las columnas se correspondieron con los puntos cardinales de donde llegaron los manifestantes a Madrid en unos 200 autobuses: Libertad (sur), Igualdad (este), Unidad (oeste) y Solidaridad (norte).

Solidaridad agrupó a los asistentes procedentes de Galicia, País Vasco, Navarra, La Rioja, Asturias, Cantabria y Castilla-León; Igualdad, a los de Cataluña, Valencia, Aragón, Murcia y este de Castilla-La Mancha; los de Unidad venían de Extremadura y el oeste de Castilla-La Mancha y Libertad, de Andalucía. Además, se unieron las columnas formadas por sindicatos y colectivos alternativos, y la de la memoria histórica y las pensiones.

Entre las reivindicaciones que se escucharon durante la jornada figuraban la defensa de los servicios públicos, la igualdad de mujeres y hombres, el fin de la violencia machista, la derogación de la ley mordaza y el fin de la «permisividad» con la corrupción. «Es una situación de emergencia social que tiene que dar una respuesta a la clase trabajadora, que es quien sufre el paro y la precariedad», destacaron los portavoces Silvia Salamanca y Víctor Jiménez al finalizar la marcha.

Es la tercera manifestación que convoca la Coordinadora de las Marchas de la Dignidad, que nació en el 2014 , cuando el malestar por la crisis y los recortes era más palpable en las calles.

LÍDERES POLÍTICOS / La protesta contó con la presencia de algunos líderes políticos. Entre ellos, el diputado de Podemos Íñigo Errejón y el coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quien aseguró que el «éxito» de las Marchas de la Dignidad demuestran el «descontento generalizado» ante la corrupción del Partido Popular. Alberto Garzón destacó la necesidad de continuar con la «lucha en las calles» y que los partidos políticos de izquierdas apoyen estos movimientos, ya que hay que demostrar que son «la alternativa para construir un nuevo país».