Los árboles genealógicos de las familias nobles españolas andan hechos un lío. Muchos de estos clanes viven situaciones desagradables ya que las batallas dialécticas por los títulos han llegado también a los tribunales. Los litigios abiertos provocan que las tensiones entre miembros de las familias, particularmente entre hermanos, se vuelvan a abrir cada vez que el Tribunal Supremo se pronuncia. En muchas, la disputa por los títulos ha provocado el distanciamiento total.

Es el caso de Luis María Gonzaga de Casanova-Cárdenas y Barón, quien presume por ahora de tener más títulos nobiliarios que apellidos. Es duque de Santángelo, marqués de Elche y conde de Lodosa y de Monteagudo de Mendoza. Sin embargo, el orgullo le podría durar poco. Y es que este aristócrata que, en pleno siglo XXI, vive en el castillo de La Rápita (Lérida) junto a su mujer, la archiduquesa de Austria Mónica de Habsburgo-Lorena, y sus cuatro hijos acusa a su hermana Pilar, la primogénita de la familia, de querer arrebatárselos todos uno a uno.

El último título que Luis María Gonzaga ha perdido y que el Tribunal Supremo ha decidido que pase a manos de su her-