Investigadores estadounidenses han identificado en el cerebro de ratones un grupo de moléculas que parecen ser los responsables de los efectos adictivos de la nicotina. Los científicos confían en que su descubrimiento ayude al desarrollo de fármacos que ayuden a la deshabituación.

Según explica hoy la revista Science , investigadores del Instituto de Tecnología de California alteraron con una única molécula el genoma de sus ratones de laboratorio y crearon roedores hipersensibles a la nicotina. Los ejemplares resultaban afectados por la más mínima exposición a la nicotina, incluso en una cantidad 50 veces inferior al nivel en sangre de un fumador típico.

Una vez enviciados, los ratones mostraron las señales clásicas de la adicción, como los nervios. La nicotina hace que el organismo produzca una sustancia cerebral llamada dopamina que tiene la cualidad de calmar al fumador. Cuando el fumar se hace un hábito, el organismo desarrolla una tolerancia para esa sustancia y el fumador no se siente bien si no recibe su dosis habitual.