Que Japón es una tierra de contrastes es algo que todo el mundo sabe. Sin embargo, si por algo destaca el país del sol naciente es por su cultura, muy diferente a la nuestra. Cada primavera, miles de personas de todo el mundo acuden a la ciudad de Kawasaki --colindante a Tokyo--, pero no para contemplar las famosas motos, sino para celebrar el 'Kanamara Matsuri', más conocido como el 'Festival del falo de acero'.

La fiesta, celebrada en esta edición el pasado 6 de abril, rinde culto al pene y a la fertilidad. Durante el evento, varias figuras con forma fálica se pasean por las zonas colindantes al templo sintoísta de Kanayama, al estilo de las procesiones españolas de Semana Santa. Los asistentes, muchos de los cuales acuden en familia, se dejan ver con piruletas, velas o gafas con forma de pene.

La fiesta data del siglo XVII, cuando las prostitutas del lugar acudían al templo para rezar y pedir a estos 'dioses del sexo' protección para no contraer enfermedades de transmisión sexual. Actualmente, el evento todavía sirve para concienciar a la población ante este tipo de infecciones, especialmente el sida. Además, los asistentes piensan que celebrar este día mejora la fertilidad y ayuda a llevar mejor el matrimonio.