El titular del juzgado de instrucción 29 de Barcelona dejó ayer en libertad a los dos hombres que habían sido detenidos por la presunta violación múltiple de una joven en la capital catalana. Según la versión inicial de la víctima, los agresores la habían retenido durante dos días en un campamento urbano y la habían agredido sexualmente en repetidas ocasiones en el interior de una furgoneta allí aparcada. Los dos arrestados, dos rumanos a los que el juez ha retirado el pasaporte, deberán comparecer semanalmente ante el tribunal. También quedó libre la mujer que presuntamente había participado en el rapto de la chica.

Los Mossos d’Esquadra siguen buscando, mientras tanto, a otros dos hombres denunciados por la víctima. En concreto, la joven refirió la participación de un agresor con tatuajes, un hombre que, según declararon ayer los dos detenidos ante el juez, había estado alardeando de haber mantenido relaciones sexuales con la chica.

La decisión judicial está pendiente, sin embargo, de algunas pruebas practicadas a la víctima y cuyos resultados todavía no han sido entregados. Fuentes judiciales confirman que las muestras de ADN aún no han sido nominalizadas (no se sabe pues de quién son), por lo que la identificación de los agresores no está clara. Se da la circunstancia de que la joven, de nacionalidad rusa, que había identificado a los dos detenidos en dependencias policiales a través de fotografías, no pudo ayer, ya en sede judicial, reconocer a los dos hombres como sus agresores.

Además, según las mismas fuentes, en su declaración ante el juez, la chica admitió que el rapto denunciado en un primer momento no llegó a ser tal, ya que pudo salir en al menos dos ocasiones del descampado en el que, según había dicho, la estaban reteniendo. En una de las salidas fue a un locutorio y en la otra a un supermercado, admitió. Al ser preguntada por qué no aprovechó para huir entonces de sus captores, la joven alegó sentir miedo.

La víctima explicó a los agentes, con la ayuda de un traductor, que no recordaba con exactitud cómo fue conducida hasta el lugar donde la violaron, ya que se quedó dormida en un banco de la estación de autobuses del Nord y al despertar por los golpes que recibió se dio cuenta de que unos hombres la habían llevado a la fuerza hasta un descampado del Poblenou, cercado con vallas metálicas, cerca de las Glòries. Ese sería el lugar donde se produjo el ataque sexual y fue retenida dos días, hasta que logró escapar. En este solar hay un campamento donde vivían los implicados.

Fruto de las pesquisas, los Mossos localizaron el lugar exacto donde la víctima sufrió los abusos e identificaron a diversas personas. La víctima, posteriormente, reconoció fotográficamente a cuatro de ellos como los presuntos violadores -dos de ellos, los detenidos, y los otros dos buscados por la policía al cierre de esta edición-. También identificó a la mujer que le había maltratado. Del ataque poco recordaba ya que temía haber sido drogada.

Una vez confirmada las identidades, los agentes de la División de Investigación Criminal de los Mossos procedieron el viernes por la mañana a la detención de los dos hombres y la mujer reconocidos por la víctima. Los varones son rumanos y la mujer, española. En la operación, los investigadores encontraron prendas de la víctima en un coche vinculado con los arrestados, según algunas fuentes. Los detenidos pasaron ayer a disposición judicial.

Los policías localizaron a la madre de la joven en Benidorm. Esta les aseguró que desconocía que su hija estaba en Barcelona, ya que pensaba que había llegado a Rusia y estaría con su padre. Los Mossos intentarán que la agredida preste enseguida una declaración judicial que le evite revivir el trauma en el juicio.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, expresó ayer su «condena más enérgica» ante esta agresión sexual. En Twitter, dijo que confía en que «todos los autores de los hechos sean detenidos». «Nos ponemos a disposición de la víctima para lo que pueda necesitar».

La alcaldesa subrayó después en declaraciones a medios de comunicación que «son unos hechos terribles, una violación múltiple con agresión grave y brutal». «Barcelona quiere ser una ciudad antimachista».