La presidenta argentina Cristina Kirchner sufrió el domingo un esguince poco antes de acudir al Vaticano donde estaba citada con el papa Francisco. La mandataria resbaló en la habitación del hotel donde estaba alojada en Roma y tuvo que acudir al hospital para que la atendieran. Los médicos le colocaron una pieza ortopédica en la pierna izquierda. La visita de Kirchner tuvo lugar tras la invitación que le cursó el Pontífice, compatriota de la presidenta, al enterarse de que viajaba a París para asistir hoy a la inauguración del Salón del Libro.