Igual de dramático que el año anterior. Durante el 2003, un total de 4.032 personas fallecieron tras sufrir un accidente de tráfico, 6 más que en el 2002. Los datos ponen de relieve que España está cada vez más lejos de alcanzar el objetivo marcado por la Unión Europea de reducir los accidentes en un 50% en 10 años (hasta el 2010). Ningún responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) quiso realizar ayer una evaluación de los datos, pero en un comunicado oficial el organismo vinculó implícitamente la altísima siniestralidad al aumento del parque automovilístico.

3.446 ACCIDENTES En el 2003, las carreteras españolas registraron un total de 3.446 accidentes. El número de víctimas mortales ascensió a 4.032, lo que supone un aumento del 0,1%. Además, en esos mismos siniestros, 2.061 personas sufrieron lesiones de carácter grave (5,2% más que en el 2002) y otras 1.967 resultaron heridas leves (2,5% más que en el 2002).

Las asociaciones de víctimas y el PSOE criticaron al Ejecutivo por relacionar el aumento del parque automovilístico (859.047 vehículos más) con la accidentalidad. "Es un argumento falaz porque otros países, como Francia e Italia, han logrado reducir los muertos a pesar de que también hay más coches", explicó el diputado socialista Victorino Mayoral.

En la misma línea, la presidenta de Stop Accidentes, Ana María Campo, pidió al Gobierno que se deje de excusas y admita de una vez por todas que España tiene un grave problema de siniestralidad. Además, Campo reclamó que las listas anuales incluyan los fallecidos en accidentes urbanos y no sólo los de la carretera. "El Gobierno y la sociedad en general están asumiendo como normales las estadísticas de tráfico y eso no pueden continuar siendo así", añadió.

Un portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE) exigió que la seguridad vial se convierta en "una prioridad política" adoptando medidas como la puesta en marcha del carnet por puntos con el fin de reducir el número de víctimas. También destacó que "los datos demuestran que España no cumple con las expectativas de reducción que la Unión Europea ha marcado para el 2010, objetivo que sí están cumpliendo otros países".