Un niño de 8 años, Brendon H., gitano de origen bosnio, fue secuestrado el martes por la noche en el barrio de Can Tunis de Barcelona. La familia del pequeño responsabilizó del rapto a un clan bosnio dedicado al tráfico de drogas que opera en este degradado barrio, al que diariamente acuden centenares de heroinómanos en busca de droga.

La familia del menor secuestrado ocupa desde hace pocos meses una de las casas medio derruidas de Can Tunis, barrio que se encuentra en un proceso de agónica demolición. Según los investigadores, los componentes de esta familia se dedican al tráfico a pequeña escala de estupefacientes. Hace dos semanas, la madre del secuestrado enterró a otro de sus hijos, muerto por sobredosis entre las ruinas de su propia vivienda.

COMPAÑERA SENTIMENTAL El delito fue denunciado a primeras horas de la madrugada de ayer en la comisaría de Sants, confirmó ayer una portavoz del Cuerpo Nacional de la Policía, encargada de las investigaciones, en colaboración con la Guardia Urbana. Un hermano del secuestrado explicó a los agentes que su compañera sentimental, Sakiba H. se acercó hasta su casa de Can Tunis en compañía de otras cuatro personas, todas de origen bosnio.

Los cinco, siempre según el relato del denunciante, se bajaron de un vehículo, un BMW azul con matrícula francesa y, sin mediar palabra, agredieron tanto al joven como a la madre de éste, Hujesira H., de 45 años. Tras la agresión, los hombres agarraron al pequeño Brendon, lo introdujeron en el coche por la fuerza y huyeron por la Ronda Litoral.

El denunciante aseguró a los agentes que conocía perfectamente a dos de los ocupantes del vehículo, de los que aportó sus nombres y apellidos, e incluso explicó que podrían haber huido hasta la localidad francesa de Marsella, donde vive la madre de uno de los secuestradores.

CUENTA PENDIENTE Los investigadores, que conocen a la familia denunciante porque han intervenido con asuntos vinculados al menudeo de droga, sospechan que el secuestro podría obedecer al intento de los narcos de garantizarse el cobro de una deuda de la familia del menor. Policía y Guardia Urbana confiaban en resolver el caso con rapidez.

Todos las patrullas de Policía Nacional, Guardia Urbana y Mossos d´Esquadra disponen de la descripción del menor secuestrado. Se trata de un niño de 8 años, varón, de 1,40 metros de altura, complexión delgada, pelo negro, tez blanca y ojos marrones. En el momento de la desaparición, el pequeño vestía una camiseta blanca, un pantalón negro y unas zapatillas deportivas. Los pocos vecinos que quedan en Can Tunis prefirieron no comentar el suceso: "Cada uno en su casa y sólo Dios en la de todos", dijo uno.