En el nuevo divorcio será posible la custodia compartida de los hijos --un tiempo en compañía del padre y otro igual con la madre-- para "evitarles perjuicios". Esta es la principal novedad del anteproyecto de ley de reforma del divorcio que aprobará hoy el Consejo de Ministros.

La norma establece que no habrá consorte culpable y que cualquiera de ellos puede pedir la disolución a partir de los tres meses de la boda sin necesidad de alegar ninguna causa ni que el otro cónyuge o el juez puedan oponerse. El nuevo modelo agilizará la ruptura del vínculo y ahorrará costes. Se prevé que el divorcio de mutuo acuerdo se logre en sólo dos meses, y el contencioso, en menos de seis meses.

DISCREPANCIAS La reforma de la custodia compartida, muy poco habitual actualmente en los divorcios consensuados, fue bien acogida por las Asociación de Padres Separados, que la viene reivindicando desde hace una década. Su presidente, Juan Luis Rubio, consideró que "es importantísimo, sobre todo para los niños", y recordó que funciona con normalidad en países como Francia EEUU y Canadá.

Las asociaciones de mujeres se mostraron sorprendidas y preocupadas, ya que consideran que precisamente este cambio legal perjudicará a los menores.

"El niño necesita un referente modélico sin contradicciones y, cuando hay una separación, incluso si es amistosa, los criterios educativos no pueden ser más dispares", argumentó Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, fundada en 1973 y con unas 40.000 asociadas.

Para Angela Alemany, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, la custodia compartida "no es conveniente", porque "el tener dos habitaciones o ir trasladando las cosas de una vivienda a otra creará inseguridad en los menores".

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, consideró que la custodia compartida no es adecuada ni beneficia a los menores y defendió en su lugar la idea de la responsabilidad compartida y que los hijos vivan habitualmente con uno o con otro.

"Por el interés de los hijos lo primordial del divorcio es el consenso, pero, si no lo hay, los jueces deben huir del automatismo de que estén habitualmente con la madre y los fines de semana alternos con el padre. Hay que buscar fórmulas para hacer un reparto más equitativo", propuso Núñez Morgades.