Gemela de Magnia (todavía en Argelia), Oujda es la primera ciudad marroquí que hallan los inmigrantes en su ruta hacia el norte en su camino a Europa. En Oujda, los subsaharianos se dispersan en grupos entre los aledaños de la universidad, los bosques y los campos que bordean la carretera que lleva a la frontera. Ahí malviven gracias a la caridad de las organizaciones locales y ciudadanos marroquís.

Los campamentos de Oujda se organizan por nacionalidades y también aquí se debe abonar al líder de la comunidad el derecho a gueto y guía. En Oujda, los inmigrantes se preparan para exponerse a las continuas redadas policiales a golpes de palo, como han denunciado en multitud de ocasiones. También empiezan a planear los desesperados saltos multitudinarios a la valla de Melilla en los que alguno logra alcanzar suelo español. Como el camerunés Seul, superviviente de Tarajal, que contactó hace unas semanas con este diario para gritar: "¡Estoy en Melilla!".