El ginecólogo belga que ha conseguido que una mujer diera a luz tras serle reimplantado tejido congelado de uno de sus ovarios exhortó ayer a sus colegas de todo el mundo a ofrecer a las mujeres jóvenes con cáncer la posibilidad de recurrir a este nuevo método de fecundación.

Jacques Donnez y los miembros de su equipo del hospital universitario Saint Luc de Bruselas lograron que la mujer, que sufrió un linfoma, diera a luz el jueves por la noche una niña tras serle trasplantada una parte sana de un ovario, que le había sido extraído y congelado cuando se le detectó la enfermedad, hace siete años.

La mujer, Ouarda Touirat, de 32 años, que estaba en condiciones de premenopausia debido al tratamiento oncológico, volvió a tener la regla tras serle reimplantado tejido ovárico. Después, quedó embarazada y alumbró de forma natural a la niña, Tamara, que pesó 3.750 gramos.

CALIDAD DE VIDA Donnez anunció ayer en una concurrida rueda de prensa: "Cada vez habrá más mujeres que sobrevivan a su cáncer, y por eso tenemos que empeñarnos más en preservar la calidad de vida de esas personas". El ginecólogo consideró "una obligación médica" ofrecer sistemáticamente a esas mujeres el método que él y su equipo han desarrollado para darles la oportunidad de quedarse embarazadas pese a haber recibido un tratamiento de quimioterapia.

Según el médico, el método, que es la culminación de más de diez años de investigaciones, tiene como grandes ventajas que es mucho más barato y más fácil que una fecundación in vitro . Sobre la evolución del método de congelación en otros países como España, contestó que hay algunos equipos médicos que están muy avanzados en la técnica, pero que todavía no han llegado a reimplantar el tejido.

El equipo de Jacques Donnez detectó en 1997 la enfermedad de Hodgkin (un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático) a Ouarda Touirat y decidió retirarle una parte de tejido sano de un ovario y congelarlo antes de empezar el tratamiento de quimioterapia y radioterapia, lo que que en muchos casos destruye los ovarios, adelanta la menopausia y causa esterilidad.

Seis años más tarde, en febrero del año pasado, después de que la paciente se curara del cáncer, ésta expresó su deseo de tener un niño. En julio del mismo año, Donnez y su equipo le trasplantaron el tejido congelado. Como un primer trasplante no dio los resultados deseados, los médicos le implantaron por segunda vez parte del tejido y once meses después del primer intento la mujer se quedó embarazada.

Los padres de la niña, que aparecieron con ella en la rueda de prensa, calificaron el nacimiento de Tamara de "un milagro". La madre insistió en que es "un mensaje de esperanza para todas las mujeres".