Hasta oídos del cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, llegó ayer el desahucio de Rosario. No quiso culpar a nadie de esta situación, ni siquiera al propietario, pero hizo un llamamiento para que "no haya personas que tengan que vivir en tanta indigencia y sin una cobertura mínima de derechos fundamentales".

Sobre el casero, Amigo Vallejo se mostró convencido de que es el que "menos culpa tiene de la indigencia de esa mujer".