LA ALARMA SOBRE la seguridad nuclear en Japón saltó ayer, al saberse que el accidente del lunes en una central de Mihama se debió a que la empresa propietaria evitó los controles de seguridad. Kansai Electric Power reconoció que el espesor de la tubería accidentada era de 1,5 milímetros, cuando el mínimo de seguridad es de 4,7 milímetros.