El accidente provocó ayer graves perturbaciones en los vuelos de la compañía Air France, principal usuaria de la terminal 2E, pero no se registró ninguna anulación. Todos los vuelos fueron redistribuidos a las otras terminales de Roissy o al aeropuerto de Orly.

La terminal donde se produjo el hundimiento, de aspecto futurista, es un inmenso túnel de cristal y acero, elevado sobre una estructura de hormigón situada encima mismo de las pistas. El cuerpo central, de 450 metros, está unido a una gran sala de 650 metros desde la que se accede a las pasarelas de embarque. La terminal 2E está pensada para acoger 17 aviones a la vez, incluidos dos A380, el futuro avión gigante, y más de 10 millones de pasajeros por año.