El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco, aprovechó ayer la festividad de la Almudena celebrada en Madrid para condenar "los ataques contra la vida y la muerte natural, la institución matrimonial y familiar y el verdadero sentido de la sexualidad humana".

Por su parte, el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, justificó ayer el derecho de la Iglesia a movilizarse en contra de las reformas del Gobierno y "en defensa de sus principios", siempre que "no caiga en planteamientos agresivos". "Si no se pudieran defender, ¿qué democracia seríamos?", se preguntó. Pujol explicó que "es muy probable que no participe en esta campaña" y comentó con su peculiar ironía: "Al final resultará que en España se puede movilizar todo el mundo y la Iglesia no".

La campaña de la jerarquía católica contra la eutanasia, que debería haber comenzado el domingo pasado, no ha logrado la unanimidad que buscaba la CEE. En varias diócesis no se ha iniciado todavía, según sus obispados. Las diócesis vascas y catalanas señalaron que no ha llegado todavía el material divulgativo y que, en cualquier caso, no decidirán hasta los próximos días si van a promover activamente esta campaña.