Millones de personas en todo el mundo contemplaron ayer cómo una minúscula y curiosa peca se cruzaba por delante del Sol. Venus no faltó a su cita: a las 7.20 horas entró en contacto con el disco solar, recorrió poco a poco la superficie y se retiró exactamente a las 13.24, según el horario de visión en España.

Las agrupaciones astronómicas que habían organizado sesiones de observación vivieron una jornada pletórica, con éxito de afluencia, pero también es cierto que muchos particulares quedaron desilusionados en sus casas por el tamaño del planeta. "Estaba en el límite de la visión humana --recordó Ricard Casas, director del observatorio de la Agrupación Astronómica de Sabadell-- , pero con unos simples prismáticos equipados con un buen filtro se observó sin ningún problema". Los tránsitos de Venus se emplearon antaño para determinar la distancia entre el Sol y la Tierra, pero hoy en día son una curiosidad astronómica sin apenas utilidad científica. Su excepcionalidad es justamente su escasa recurrencia, apenas dos por siglo. La última vez que el Sol, la Tierra y Venus se alinearon en un mismo plano fue en 1882 y no volverán a hacerlo hasta el 2012 --aunque el fenómeno no será observable desde la península Ibérica--. Y luego hasta el 2117.

Uno de los hitos en esta jornada lo protagonizaron las tecnologías de Internet al permitir el seguimiento del acontecimiento en tiempo real desde multitud de sitios desde los que se podían ver las distintas fases del acontecimiento. Al mediodía de ayer más de 32.000 visitantes habían accedido al portal de Internet

www.venus04.org coordinado por el Planetario de Pamplona donde se incluían direcciones de todos los sitios de España desde donde se podía seguir el fenómeno, vinculados a observatorios, organizaciones y entidades relacionadas con la astronomía y la astrofísica.

En Aragón, cientos de personas siguieron desde distintos puntos de la ciudad el paso de Venus. En los parques y en algunos patios de recreos de colegios aragoneses, niños, jóvenes y mayores, con toda clase de artilugios y lentes especiales para no dañarse la vista siguieron al planeta.

La directora del Planetario de Madrid, Asunción Sánchez, admitió que todo apuntaba a que las condiciones meteorológicas cegaran la visión pero por suerte no ocurrió, y el Planetario acogió toda la mañana cientos de personas. En otras localidades como en Pamplona, cientos de personas se agruparon en la explanada del Planetario de la ciudad para ver el tránsito con telescopios y otros aparatos de observación, mientras que en Valencia, fueron más de 2.000 quienes pasaron por la Universidad para ver el acontecimiento.

En todas las comunidades españolas y en casi todos los países del mundo se siguió con gran curiosidad este fenómeno.