Salvados arrasó con la histórica entrevista al Papa, líder absoluto y la emisión más vista del año de un programa. Con 4.107.000 espectadores (21%), esta scoop internacional logra el récord de la temporada para el espacio de Jordi Évole, además de convertirse en lo más visto del día, con un minuto de oro que llegó a casi 4,6 millones de espectadores a las 22.07 horas. La Sexta registró su mejor domingo de la temporada con un 8,2% de cuota, siendo líder absoluto del prime time con un 13,7%.

La expectación generada por la histórica entrevista y de alcance internacional de Jordi Évole al papa Francisco en La Sexta se ha trasladado igualmente en audiencias. Salvados arrasó al superar los 4,1 millones de espectadores (4.107.000) y un gran 21% de cuota, unas cifras que le llevaron al liderazgo absoluto: fue la emisión más vista del año de un programa -excluyendo deportes e informativos-, logró su mejor dato en más de 3 años, desde octubre del 2015, y consiguió récord de temporada.

Además, Salvados alcanzó más hitos. La entrevista al Papa se trata de la emisión no deportiva más vista del mes de marzo y de las más vistas de la temporada, siendo únicamente superado por emisiones especiales de fin de año. Líder absoluto y con una ventaja de +11,1 puntos de la siguiente opción en su franja, por delante de Telecinco (9,9%).

El programa dejó numerosos y llamativos titulares en los muchos asuntos que afrontó Jorge Mario Bergoglio, como la crítica a Europa: «El problema de Europa es que se envejeció de golpe, pero no tiene hijos ni recibe migrantes. Es muy grave. Europa se olvida de que está hecha de migrantes que vinieron con corrientes migratorias y de que sus hijos golpearon las puertas de América tras las guerras».

«¿Usted cree que hay muchos mercaderes en el Vaticano?», le preguntó Jordi Évole. «Los hay, como en todos los sitios. El Estado de la Ciudad del Vaticano no se salva de los límites y de los pecados y de las vergüenzas de otras sociedades», afirmó el pontífice, que destacó que en el Vaticano son «hombres», por lo que tienen «los mismos límites» y caen, a veces, «en las mismas cosas». Por ello, «hay que ir limpiando» la Iglesia.

Uno de los momentos más impactantes de la noche mostró al Papa con una concertina que le entregó Évole como las que separan España de Marruecos. Un momento que el Papa, visiblemente afectado, lamentó porque «demuestra hasta dónde es capaz de descender la humanidad de una persona. Tal es la inconsciencia que parece lo más natural, nos hemos acostumbrado a esto. El mundo se olvidó de llorar, esto es lo más inhumano que hay», critica el pontífice.

Sobre la Memoria Histórica afirmó no tener opinión sobre la polémica exhumación de Franco, pero sí habló de los restos de las personas asesinadas durante el franquismo. «Una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos».