Más de 200 enfermos terminales piden cada año en las unidades de cuidados paliativos que se acabe sin más dilación con su vida, a pesar de todas las atenciones y consuelos. Otros 10.000 pacientes de cáncer o con enfermedades degenerativas manifiestan su deseo de que se ponga final a su largo y doloroso proceso.

Estos cálculos del hasta hace unos meses presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), Antonio Pascual, no tienen en cuenta las opiniones, más favorables a la eutanasia, de las personas que al final de su vida no son atendidas en centros especializados.

La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), considera cortos estos datos. "Los pacientes que desean la eutanasia sobrepasan los 20.000 en España. Cada día en los hospitales hay enfermos pidíendola y se aplica cada semana", afirma la presidenta de DMD Galicia, Carmen Vázquez. Y, en sus domicilios, los enfermos reciben cócteles letales sedantes para provocar su muerte. "Es una realidad habitual, pero de la que nadie habla, porque en España es un delito y por ciertos prejuicios religiosos que no tienen ningún sentido", explica Vázquez.

POCAS UNIDADES DEL DOLOR Los estudios indican que la voluntad de los enfermos es cambiante. "Aquí tenemos 500 enfermos al año. Muchos apoyan la eutanasia y en alguna ocasión expresan sus deseos de morir, en muchos casos porque están deprimidos, pero sólo 10 se muestran decididos a acabar con su vida", explica Pascual, responsable de la unidad de cuidados paliativos del hospital Sant Pau de Barcelona.

Sólo una cuarta parte de los 100.000 enfermos terminales que cada año hay en España (el número de muertos rebasa los 360.000), son atendidos en unidades de dolor o centros de cuidados paliativos. Según la SECPAL, hay unos 250, "pero debería haber el doble y extenderse a otros enfermos. Actualmente el 90% de los atendidos son enfermos de cáncer", advierte Pascual.

La SECPAL decidió hace un año en un documento, como quiere legislar actualmente Francia y defienden la mayoría de los médicos, que antes de regular la eutanasia debe desarrollarse y aplicarse al máximo la medicina paliativa. "La gente pide no sufrir y eso puede conseguirse actualmente con el arsenal de fármacos existente. Acabar con el sufrimiento moral y la pérdida de ganas de vivir en determinadas condiciones es más difícil", explica Antonio Pascual.

NUEVA REGULACION En las unidades de cuidados paliativos, según sus responsables, los efectos secundarios de la medicación pasan a un segundo plano. Cuando el sufrimiento es extremo, se puede llegar hasta la sedación, una "desconexión farmacológica". Con ella se provoca un coma irreversible. Con esta solución, que se aplica en un 30% de los casos, el paciente ya no sufre y lo normal es que en poco tiempo fallezca.

El expresidente de la SECPAL reconoce de que hay excepciones en las que los pacientes piden la eutanasia. "No habrá más remedio que regularla, escuchando a los pacientes y a la sociedad en general, con controles para impedir posibles abusos y la participación de comités de ética", defiende Pascual. Además, según el presidente de la Comisión de Atención al Final de la Vida del Consejo General de Colegios de Médicos, Marcos Gómez Sancho, la regulación debe dejar abierta la posibilidad, como en el caso del aborto, de la objeción de conciencia por parte de los facultativos.

El Ministerio de Sanidad "esperará a ver que decide el Parlamento. Los médicos se atendrán a cumplir y garantizar las condiciones sanitarias, respetando siempre la objeción de conciencia" señaló un portavoz del departamento de Elena Salgado.

Desde el Ministerio de Justicia se considera que la reforma en profundidad del Código Penal, que se llevará cabo en el 2006, podría incluir una regulación de la eutanasia junto con la despenalización del aborto durante las 12 primeras semanas de gestación sin aducir motivo alguno. "Podría llegarse a una despenalización total al estilo de Holanda. Pero el Parlamento será quien lo decida", comenta Julio Fuentes subdirector general de Política legislativa.

DEBATE SOSEGADO "El PSOE promoverá un debate a partir del 2005 en el Congreso de los Diputados, donde participarán no solo los expertos sino la sociedad en general. También se encargará un encuesta muy actualizada y específica al Centro de Investigaciones Sociológicas para que lo s ciudadanos opinen si están a favor o en contra y en qué condiciones. Es un tema con muchas aristas", advierte Pilar Grande, portavoz socialista.

Grande, que el pasado junio defendió el rechazo a un proyecto de ERC para despenalizar la eutanasia, espera el apoyo de este grupo y de IU en el proyecto final que presente su partido. "La discusión debe ser serena, profunda, amplia y rigurosa. Después se decidirá si se lleva a cabo la reforma o no", insistió la diputada y médico canaria.

CON GARANTIAS Para Grande la reforma no sólo debe consistir en un cambio del Código Penal para despenalizar esta práctica, sino que debe proporcionarse una seguridad jurídica al personal sanitario, que sería el encargado de practicar la eutanasia a un enfermo terminal que lo pida. "Hay una parte de la sociedad que la apoya, pero siempre que haya garantías", subraya la diputada.