Hace 50 años que el colectivo LGTB inició su lucha. Fue en un bar de un barrio neoyorkino llamado Stonewall en el que la policía acostumbraba a hacer redadas porque no le gustaba lo que había en su interior. Eran homosexuales, lesbianas, transexuales, drags queens, jóvenes afeminados, ellos, ellas, elles. En definitiva, personas que entonces carecían de derechos y que, 50 años después, siguen luchando por ser socialmente iguales al resto. En 1969 dijeron basta y comenzaron marchas y manifestaciones pidiendo algo tan básico como la igualdad. Este año la celebración del Día del Orgullo adquiere un matiz especial porque cinco décadas después sigue habiendo distinciones e incluso agresiones por el mero hecho de ser transexual, como sucedió el pasado 26 de mayo, cuando Erik García fue agredido en Zaragoza por el dueño del bar La Bodeguilla -según denunció-por ser transexual. «Esto demuestra que hay que seguir luchando por la igualdad», explica.

REIVINDICACIONES

Esta será una de las reivindicaciones que se gritará mañana en la manifestación convocada en Zaragoza y otras ciudades de Aragón (y España) bajo el lema Vuestra memoria impulsa nuestra lucha. La marcha se exigirá una ley trans estatal y se advertirá a los «Trumps y Abascales del mundo» que no van a poder recortarles sus derechos y que «no son bienvenidos a su fiesta», como reza el manifiesto que se leerá en la fuente de Goya. También se exigirá que se trabaje la educación afectivo-sexual en las aulas, que se visibilice la diversidad de género y que se acoja a las personas refugiadas, y no solo a las muchas que son perseguidas por su orientación o identidad sexual. Y también se avisará de que lo conseguido hasta ahora no puede ser arrebatado.

«Para llegar a donde estamos ahora llevamos luchando siglos y respetamos la memoria de todas las personas que lo han hecho a lo largo de la historia por los derechos LGTBIQ+, los derechos de los disidentes de la norma de género y la sexualidad», explicaron desde la Asamblea 28J, que advirtió de «los peligros» de la llegada de la ultraderecha a las instituciones.

«Demuestra que hay que seguir reivindicando los derechos conseguidos», explicaron. Y eso harán mañana en la manifestación convocada para las 20.00 horas en la plaza Aragón y que recorrerá el paseo Independencia, la plaza España, el Coso y la calle Alfonso para culminar en la plaza del Pilar, donde ondearán las banderas arco iris y trans en el balcón del Ayuntamiento de Zaragoza. La fuente del parque Grande cambiará de color para representar la bandera del arco iris LGTBIQ, exactamente igual que el año pasado.

Salvo Vox, todos los grupos asistirán al acto que el Gobierno PP-Cs ha organizado con la Asamblea 28J mañana por la mañana con motivo del Día del Orgullo y que estará encabezado por el alcalde, Jorge Azcón. Vox no lo hará porque creen que «no es relevante» la celebración de este díaya que «todos son iguales ante la ley sin importar su condición sexual». Para la formación, «no es conveniente hacer distinciones».

En el manifiesto los «gobiernos de ultraderecha» adquirirán un protagonismo especial. «Despistados están quienes crean que se les para arrugándose: allí donde mujeres, personas racializadas, trans, lesbianas, bisexuales o personas con discapacidad se levantan, los orcos retroceden en las calles y en las urnas», reza el texto.

Porque por más que desde Vox dicen que se trata de personas con los mismos derechos, los colectivos transexual llevan años pidiendo una ley estatal. «Queda mucho trabajo por hacer a nivel legislativo para ser iguales», aseguró Erik.

Pero de nada sirve avanzar legalmente, como se ha conseguido, si la sociedad no lo hace, maztizó Erik que ha sufrido en primera persona el rechazo social. Igual que su mujer que, encima, dice, cumple el «triple». Es mujer, migrante y trans, ironiza.

Desde el colectivo Somos admiten que la sociedad ha normalizado que haya personas LGTBI, pero sigue sin ver con naturalidad que hay personas trans, o no entiende que hay otras que no se identifican con ningún género. En este sentido, desde Somos admiten que los colectivos tienen que hacer autocrítica porque en origen no se actuó con el mismo ímpetu en normalizar a los trans. Y por este motivo surgió la Asociación Visión Trans en Aragón que entre sus logros se encuentra la aprobación de la primera ley trans en el 2018.

Cinco décadas después, desde la Asamblea 28J advierten de que estarán otros cincuenta más «mientras haga falta o mientras nos de la gana celebrar nuestra diversidad afectivo-sexual, familiar y de género». Lo harán, avisan, porque «ningún homenaje a las personas que empezaron la lucha sirve si hoy no hacemos lo que nos enseñaron a hacer».