Cataluña ha vuelto a provocar una sacudida política en Aragón. La oposición parlamentaria se apresuró a atizar un golpe al presidente Javier Lambán. Y el PSOE autonómico no tardó en marcar sus diferencias con el presidente Pedro Sánchez. «No entendemos la figura del relator», aseguró el portavoz socialista, Javier Sada.

La cercanía de las elecciones autonómicas y municipales puede justificar en parte esta división dentro de las filas del PSOE. Pero también es cierto que la relación entre Lambán y Sánchez nunca ha sido cercana a la hora de abordar y analizar las pretensiones separatistas. El aragonés siempre ha apostado por una línea dura. «No se puede ceder ni un ápice a las peticiones insensatas de los independentistas catalanes para sacar adelante los presupuestos generales del Estado», afirmó el pasado lunes.

Atrás quedan los meses en los que él mismo se ofreció como mediador en el conflicto apelando a las intensas relaciones que las dos comunidades autónomas han tenido -y tienen- desde un punto de vista social y económico. Este punto de vista conciliador quedó reflejado en el proyecto Tejidos de vecindad que se saldó con un libro y una exposición que abordaba de forma didáctica estas relaciones poniendo especial énfasis en la historia común.

CAMBIO DE TONO

Poco después el tono cambió y llegaron lo que desde el PP autonómico se ha llamado «verborrea vacía» contra los líderes y las pretensiones independentistas llamando al presidente catalán «personaje fascistoide y estrafalario» con la intención de dar «lecciones de supremacismo y superioridad moral». Una rotundidad que hasta ahora se veía con preocupación en los sectores más progresistas del partido. «Pedro Sánchez hará bien en no aceptar ninguna clase de estrategia pues frente a la prevalencia de la unidad de España, de la Constitución y de la ley, los presupuestos son absolutamente insignificantes», insistió el lunes.

La diputada y portavoz del PP en las Cortes de Aragón, Mar Vaquero, dudó sobre la sinceridad de esta posición y le exigió aún más que se centre «decididamente» en defender «los intereses de los ciudadanos, la unidad de España, el Estado de Derecho y la ley ante el desafío soberanista catalán» al considerar que solo ejerce esa posición «ante los micrófonos».

Vaquero consideró que la decisión impulsada por Sánchez de habilitar una figura como la del relato «pretende poner al mismo nivel el Estado de Derecho y las pretensiones secesionistas; la Constitución y la rebelión, la unidad y la fractura de España o la soberanía nacional y la usurpación de las leyes». Y para frenar esta situación instó al propio Lambán a que «se aparte de la mansedumbre» y diga «qué va a hacer para responder a esta traición y humillación».

Por el momento desde las filas populares han presentado una solicitud ante las Cortes de Aragón para que Lambán comparezca ante los diputados aclarando su postura. «La única salida que tiene el Gobierno catalán es cumplir la ley y si no lo hace, Sánchez debería aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución. En caso contrario, que disuelva las Cortes y convoque elecciones para que llegue al Gobierno de la nación un gobierno capaz de hacer que se respete el orden constitucional en Cataluña», reclamó con dureza Vaquero.

La respuesta a esta andanada no se hizo esperar. El portavoz socialista, Javier Sada, pronunció una dura réplica para recordar que fueron los populares los que aprobaron unos presupuestos en los que se dedicaba una buena cantidad de partidas «a contentar al PNV» con fondos que en su opinión deberían haber correspondido a Aragón. «El PP puede dar muy pocas lecciones después de aquella cesión humillante», cargó.

MÁS EXPLICACIONES

En todo caso, Sada se sumó al desconcierto de los socialistas ante el futuro nombramiento de un relator. «Es necesario que el Gobierno de España explique muy bien en qué consiste esta figura y que lo haga por tierra, mar o aire». Muchas dudas para un partido desorientado en el que conviven diferentes posturas. No en vano, en la provincia de Huesca se ha impulsado un foro de convivencia que ya ha celebrado encuentros conjuntos con Lérida intentando tender puentes.

El resto de los reproches a Sánchez llegaron desde el PAR y Ciudadanos. Junto con los populares animaron a participar en la manifestación convocada el domingo, que se espera multitudinaria por la capacidad de polarización de la opinión pública que tiene todo lo relacionado con el secesionismo. «La figura del relator perjudica a Cataluña y compromete la imagen internacional del Gobierno de España», aseguró Arturo Aliaga. El propio presidente del PP, Pablo Casado, le mandó un mensaje al líder aragonesista para que se apoye las movilizaciones.

«Ceder a los chantajes independentistas supone enquistar la división de la sociedad catalana en lugar de resolverla, vulnerar la Constitución y admitir que el interés de Sánchez es ampliar su permanencia en La Moncloa», señaló el presidente del PAR. Y de forma muy similar se manifestó la portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, que con la referencia «España no está en venta» publicó en sus redes sociales una invitación a participar en la manifestación madrileña. «Lambán siempre tiene muchas palabras en Aragón, pero a la hora de la verdad se hace la foto con Sánchez, si tan mal le parece lo que ha sucedido debería pasar a los hechos, romper con el sanchismo y sumarse a la manifestación del domingo en favor de la Constitución, si no, será lo mismo», aseguró el diputado naranja en el Congreso de los Diputados, Rodrigo Gómez.

La división está sobre la mesa y las elecciones están cerca. Los nervios se disparan.