NACIMIENTO EJEA DE LOS CABALLEROS, EN 1968.

TRAYECTORIA JEFE DEL SEPRONA DESDE HACE DOS AÑOS. DIPLOMADO POR LA ESCUELA DE INVESTIGACION POLICIAL DE LA GUARDIA CIVIL.

--En todas las provincias aragonesas se ha constatado un aumento de la vigilancia y de las denuncias en ámbitos concretos como la sanidad animal o los vertidos tóxicos. ¿Hasta qué punto existe una amenaza contra el medio ambiente en Aragón?

--Las infracciones siempre han estado ahí, pero es cierto que la intensidad de la vigilancia ha aumentado. El incremento en temas sanitarios animales o de vertidos obedece al inicio de operaciones encaminadas a la detención de infractores, como la realizada en Huesca para detectar el suministro de sustancias prohibidas a conejos. Todo estaba hecho un desastre, pero se ordenó el sector.

--Pero tiene que haber un grave problema detrás para que se intensifiquen los controles, ¿no?

--El problema existe, pero no es el fin del mundo. Lo que pasa es que la sociedad está más sensibilizada y hay cuerpos especializados que trabajan de forma exhaustiva. Es muy difícil acabar con estas prácticas, aunque estamos haciendo una gran presión y una labor investigadora para subsanar muchas deficiencias. Lo más preocupante son los tipos de sanciones que se ponen a los infractores...

--¿Acaso la legislación es demasiado blanda?

--La normativa es oceánica, es decir, hay demasiada legislación. Pero no se ejecuta con la sobriedad y seriedad necesarias. Todo está más que escrito, pero faltan infraestructuras y medios para aplicarla como está tipificado.

--Las sanciones por incumplimiento de la legislación sanitaria animal están creciendo notablemente. ¿Qué tipo de prácticas son las más sancionadas?

--Tenemos denuncias de todas las clases: deficiencias sanitarias en las explotaciones ganaderas, en la desinfección, en los registros de las vacunas, en la evacuación de purines, en el suministro de hormonas... Por ejemplo, en la operación que realizamos sobre las explotaciones de conejos vimos que el 80% de los propietarios investigados daban piensos ilegales sin control. Ahora se están analizando las muestras. Quizás haya que detener a mucha gente.

--También son habituales las sanciones por vertidos tóxicos. ¿En qué acciones se está incurriendo?

--Ahora estamos incluyendo residuos sólidos urbanos en los tóxicos; por ejemplo, los abandonos de coches en la vía pública, ya que poseen líquidos altamente contaminantes y peligrosos. El grueso de las denuncias viene por ese abandono indiscriminado en el entorno natural. Pero hay casos más graves. Por ejemplo, hemos descubierto que a algunas zonas de Los Monegros están llegando vertidos químicos de industrias de Barcelona.

--Y un tema muy preocupante en los últimos meses son la caza y la pesca furtiva. ¿Las especies protegidas corren peligro?

--La situación no es grave, porque tenemos un gran control sobre las posibles amenazas a especies animales. Y está habiendo muchas detenciones en este sentido. Pero el tema está ahí, porque en Huesca hay una gran botín para las furtivos. Respecto a la pesca, las aguas están muy vigiladas. Incluso colaboramos con el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas.

--¿La concienciación es tan importante como las sanciones para atajar las infracciones?

--Son fundamentales tanto la educación ambiental en los mismos colegios como la colaboración ciudadana. Ambos aspectos, junto con las denuncias, son claves.